Cada cuatro años se nos presenta la disyuntiva de “la elección más importante de nuestra historia”, y a lo mejor esta expresión sea precisa.

El Arzobispo Coakley se encontraba de viaje en el extranjero en el momento del último plazo de Sooner Catholic, sin embargo autorizó el uso de esta columna por el Obispo Burbridge «debido a la importancia de la responsabilidad de votar con una conciencia bien formada.» La columna del Arzobispo Coakley volverá en el próximo número de Sooner Catholic.

En cada diócesis Católica, la catedral no es solo un edificio de ladrillo y cemento, si no que representa un símbolo profundo de fe y comunión.

Aunque la pandemia del COVID-19 quedó atrás hace apenas pocos años, recordar esos momentos complejos y desconocidos puede provocar una fuerte reacción emocional.

Cuando los obispos de los Estados Unidos iniciaron el Avivamiento Eucarístico hace más de dos años, queríamos provocar una mayor conciencia y valoración del gran don de la Eucaristía en toda nuestra nación.

Cuando celebramos la Eucaristía cada momento es importante. La liturgia de la Iglesia es el resultado de siglos de desarrollo, que nos permite alabar al Padre en Espíritu y en verdad al hacernos partícipes del sacrificio perfecto de Jesús en la Cruz.

Congreso Eucarístico Nacional

La historia de la salvación comenzó justo en el momento en el que nuestros primeros padres se rebelaron contra el mandamiento de Dios en el Edén.

En Oklahoma, el verano significa calor. Pero, para muchas personas, el verano también es cuando esperamos unas muy anticipadas vacaciones.

Las palabras de despedida tienen importancia, especialmente cuando podrían ser el intercambio final entre amigos en esta vida.

Mientras vivimos estos años de Avivamiento Eucarístico en los Estados Unidos, se nos invita a redescubrir los fundamentos de nuestra fe eucarística y a experimentarlos de nuevo. 

Este es el tiempo en que las parroquias y las familias de todo el mundo celebran la Primera Comunión.

La manifestación definitiva de nuestra relación con Jesucristo se extiende a través de nuestras relaciones con los que nos rodean, especialmente con los más vulnerables y marginados de entre nosotros, desde los no nacidos o los moribundos hasta los que se enfrentan a la pobreza y los inmigrantes.

Es muy común que durante el Tiempo Pascual entonemos el Salmo 118 en la liturgia de la Iglesia. Es un canto de victoria que aclama la fuerza del Señor contra los opresores derrotados.