El verano llegó y los estudiantes y el personal de nuestras escuelas católicas de la arquidiócesis se están tomando un descanso muy necesario, y además muy merecido, dado el éxito del ciclo escolar que acaba de concluir.
Quiero felicitar a nuestros estudiantes, profesores, administradores y directores por su trabajo este año y por los muchos logros que han conseguido en nuestras 18 escuelas de la arquidiócesis.
No es un secreto; las escuelas católicas están destacando en la arquidiócesis de la Ciudad de Oklahoma. ¡Y es una alegría presenciarlo! Los estudiantes rezan, sirven, aprenden, obtienen resultados y actúan de diversas maneras y a niveles admirables.
Los bautismos, las primeras confesiones, las primeras comuniones y las confirmaciones fueron eventos inolvidables y especiales para muchos de nuestros estudiantes y sus familias este año. Cada uno recordará y contemplará con cariño estos días especiales y ojalá recuerden el amor especial que Dios – Padre, Hijo y Espíritu Santo – tiene por cada uno de ellos. Además de recordar su importancia para el mundo y para el cuerpo de Cristo, su Iglesia.
Los estudiantes y sus familias aceptaron la invitación de encontrarse con Cristo, establecer una relación con Él y presentarlo al mundo, haciendo discípulos. Fue maravilloso ver el número de estudiantes que fueron más allá de lo requerido para servir a los demás en su comunidad, así como la gran muestra de apoyo a los estudiantes por parte de las familias, los voluntarios y las empresas de la comunidad.
Esta es la misión evangelizadora de la Iglesia y en consecuencia de nuestras escuelas. Se lo están tomando muy en serio.
En total, 326 de nuestros graduados de la escuela preparatoria católica se encaminan en estos momentos al seminario, al ejército o a la universidad, todos ellos bien formados para la siguiente etapa de su vida. El gran número de becas universitarias recibidas, incluidas las de nuestros finalistas y semifinalistas del Mérito Nacional de este año, es un testimonio del arduo trabajo tanto de los estudiantes como de sus profesores. Los logros en deportes, robótica, teatro, oratoria, música y arte ilustran la naturaleza polifacética del plan de estudios y el éxito de nuestros estudiantes a la hora de realizarlos.
Cada una de nuestras 15 escuelas también puede enumerar muchos logros para el año, ya que 256 estudiantes de octavo grado se graduaron de las escuelas parroquiales con una mayoría que procedían del área metropolitana y que entraron a una escuela preparatoria católica. El talento también abunda en los niveles primarios y se demostró a través de la participación a nivel arquidiocesano en el Concurso de Ortografía, el Día Nacional de la Historia y la Exposición de Bellas Artes, donde el arte, la música, la oratoria y el teatro se presentaron a la comunidad. Y esto es sólo una parte de las buenas noticias, ya que cada escuela tiene sus propios logros por añadir a esta lista.
También ha sido un año de gran crecimiento. Ahora más que nunca las escuelas católicas en la arquidiócesis de la Ciudad de Oklahoma están más accesibles para cualquier familia que busque una educación católica para su hijo. En el último ciclo escolar, más de 300 estudiantes ingresaron por primera vez en las escuelas de la arquidiócesis.
Gracias a los esfuerzos de los legisladores en materia de elección de escuela en los últimos años, incluidos el Crédito Fiscal para la Elección de los Padres, el Fondo de Oportunidades para Escuelas Católicas y la Beca Lindsay Nicole Henry, las oportunidades de financiar la educación católica siguen creciendo y ampliándose para satisfacer las necesidades de las familias. El año que viene promete tener aún más caras nuevas en nuestras escuelas y ¡esperamos poder darles la bienvenida!
Que Dios siga bendiciendo a todos los que colaboran con las escuelas católicas de la arquidiócesis de la Ciudad de Oklahoma.: los estudiantes y sus familias, la administración, el profesorado, el personal y los voluntarios que prestan sus servicios con ellos. El futuro de la Iglesia y de la educación católica en Oklahoma parece ir por buen camino.