Es probable que el domingo hayan notado que el sacerdote de su parroquia no estaba usando el color verde en sus vestimentas, que es el color litúrgico previsto para el Tiempo Ordinario. En esta ocasión vistió de blanco para celebrar la festividad de la Dedicación de la Basílica de san Juan de Letrán.
El calendario litúrgico es el programa de fechas y tiempos de la Iglesia que marcan su ritmo de vida y de fe. La piedra angular del año litúrgico es el Domingo, el Día del Señor, el cual es como una “pequeña pascua”. Tenemos otros tiempos como el Tiempo Ordinario y días como el Miércoles de Ceniza, con el cual comienza el tiempo penitencial de la Cuaresma. Tenemos también el tiempo Adviento y de Navidad, y las fiestas de varios santos que veneramos.
El 22 de octubre celebraremos la festividad de San Juan Pablo II y muy probablemente muchos de los que estén leyendo esta columna tendrán recuerdos personales de su vida, su ministerio y su testimonio valeroso.
No debería sorprender que los sacerdotes de vez en cuando necesitan tiempo para recargarse de energía y que lo hacen fuera de su ministerio. Incluso lo vemos en la vida de Jesús, quien “subió al monte a solas para orar” (Mt 14,23) y “se pasó la noche orando a Dios” (Lc 6,12) después de intensos momentos de enseñanza y ministerio.
En este Año Jubilar estamos llamados a ser “Peregrinos de la Esperanza”. En este espíritu de la gran tradición jubilar, se nos invita a vivir este tiempo sagrado no solo como un aniversario que hay que celebrar, sino como un tiempo de gracia – un tiempo para restaurar lo que se ha perdido, sanar lo que está herido y llevar la luz de Cristo a un mundo oscuro que anhela su paz.
El mundo la conoció como la madre Teresa de Calcuta. Cuando yo era un joven seminarista en Roma, tuve el inesperado privilegio de conocerla cuando celebré una Misa para sus hermanas en un comedor social que ellas dirigían cerca del Coliseo. Ella ya era una celebridad mundial.
Aunque cueste creerlo, se nos fue otro verano. Mientras vislumbro la llegada de un nuevo ciclo escolar y un clima más fresco, me he puesto a reflexionar en todo lo que Dios ha hecho en estos últimos meses.