The pope is elected by the College of Cardinals during a gathering called a conclave, held in the Sistine Chapel in Vatican City. Only cardinals under the age of 80 are eligible to vote. After prayer and discussion, the cardinals cast secret ballots up to four times each day until one candidate receives a two-thirds majority. Once elected, the chosen cardinal is asked if he accepts. If he does, he becomes the new pope. White smoke rising from the Sistine Chapel chimney signals to the world that a new pope has been chosen.

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El papa es elegido por el Colegio de Cardenales durante una reunión llamada cónclave, que se lleva a cabo en la Capilla Sixtina en la Ciudad del Vaticano. Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar. Después de orar y dialogar, los cardenales emiten votos secretos hasta cuatro veces al día, hasta que un candidato reciba una mayoría de dos tercios. Una vez elegido, se le pregunta al cardenal si acepta. Si acepta, se convierte en el nuevo papa. El humo blanco que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina anuncia al mundo que un nuevo papa ha sido elegido.

A conclave is the secret meeting where the cardinals gather to elect a new pope. The word "conclave" comes from Latin, meaning "with a key," because historically, the cardinals were locked in a room until they made a decision. The first formal conclave was in 1274, after long papal elections had caused delays in Church leadership. Today, conclaves are held in the Sistine Chapel under strict rules to ensure prayerful reflection, confidentiality, and a timely election of the new pope.

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Un cónclave es la reunión secreta donde los cardenales se reúnen para elegir a un nuevo papa. La palabra "cónclave" proviene del latín y significa "con llave," porque antiguamente los cardenales eran encerrados hasta tomar una decisión. El primer cónclave formal fue en 1274, después de que varias elecciones papales se prolongaran durante mucho tiempo, afectando el liderazgo de la Iglesia. Hoy en día, los cónclaves se celebran en la Capilla Sixtina bajo normas estrictas que garantizan la oración, el secreto y una elección oportuna del nuevo papa.

Only cardinals who are under the age of 80 at the time the papacy becomes vacant are eligible to vote in a papal conclave. These cardinals are called "cardinal electors." The age limit was established by Pope Paul VI in 1970. He set the rule that cardinals over 80 could no longer vote to ensure that those making the decision are still actively involved in the life and work of the Church. It also helps keep the number of voters manageable during the conclave.

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Solo los cardenales que tienen menos de 80 años en el momento en que queda vacante el papado pueden votar en un cónclave. Estos cardenales se llaman "cardenales electores." El límite de edad fue establecido por el papa Pablo VI en 1970. Él decretó que los cardenales mayores de 80 años ya no podrían votar, para asegurar que quienes elijan al nuevo papa estén aún activos en la vida y el trabajo de la Iglesia. También ayuda a mantener un número manejable de votantes durante el cónclave.

There is no set length for a conclave. Some conclaves have lasted just one day, while others have taken several days or even weeks. Most modern conclaves are completed within a few days.

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No hay una duración fija para un cónclave. Algunos cónclaves han durado solo un día, mientras que otros han tomado varios días o incluso semanas. La mayoría de los cónclaves modernos se completan en pocos días.

Once a cardinal receives the required two-thirds majority vote, he is asked whether he accepts his election. If he agrees, he immediately becomes pope, even before any formal ceremony. The new pope then chooses the name he will use during his pontificate, often honoring a saint, a former pope, or a spiritual ideal.

After accepting, the new pope is led to a small room next to the Sistine Chapel called the "Room of Tears." It is named for the emotion many new popes feel upon realizing the weight of their new responsibility. In this room, he changes into papal vestments — with robes prepared in small, medium and large sizes.

READY: Robes hang ready for use in the Vatican's Sistine Chapel in this photo released by L'Osservatore Romano March 12. The world's cardinals began the conclave in the Sistine Chapel later that day to elect a new pope. The new pope goes into the so-called "Room of Tears," a small room attached to the Sistine Chapel, and dresses in a white cassock and other papal vestments.

CNS/L'Osservatore Romano via Reuters

Once dressed, he returns to the Sistine Chapel to pray briefly with the cardinals. Then, the senior Cardinal Deacon appears on the balcony of St. Peter’s Basilica and announces to the world: "Habemus Papam!" ("We have a pope!").

Moments later, the new pope steps onto the balcony, greets the faithful, and gives his first blessing, known as the "Urbi et Orbi" ("to the city and to the world").

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Cuando un cardenal recibe la mayoría requerida de dos tercios en la votación, se le pregunta si acepta su elección. Si acepta, se convierte inmediatamente en papa, incluso antes de cualquier ceremonia formal. El nuevo papa elige entonces el nombre que usará durante su pontificado, generalmente en honor a un santo, a un papa anterior o a un ideal espiritual.

Después de aceptar, el nuevo papa es llevado a una pequeña sala junto a la Capilla Sixtina llamada la "Sala de las Lágrimas." Se llama así por la emoción que muchos papas sienten al comprender el peso de su nueva responsabilidad. En esta sala, se viste con las vestiduras papales — que están preparadas en tallas pequeña, mediana y grande.

READY: Robes hang ready for use in the Vatican's Sistine Chapel in this photo released by L'Osservatore Romano March 12. The world's cardinals began the conclave in the Sistine Chapel later that day to elect a new pope. The new pope goes into the so-called "Room of Tears," a small room attached to the Sistine Chapel, and dresses in a white cassock and other papal vestments.

CNS/L'Osservatore Romano via Reuters

Ya vestido, regresa a la Capilla Sixtina para rezar brevemente con los cardenales. Luego, el cardenal diácono más antiguo aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro y anuncia al mundo: "¡Habemus Papam!" ("¡Tenemos papa!").

Pocos momentos después, el nuevo papa sale al balcón, saluda a los fieles y da su primera bendición pública, conocida como "Urbi et Orbi" ("a la ciudad y al mundo").